REFLEXIONES: ¿Existe Dios para un científico?

 

Hoy trataremos un tema que siempre nos hemos preguntado todos. Yo, recordando que soy un científico con cierto optimismo, al menos en la evolución , quizá piense que la ciencia pueda dar respuesta ahora o en un futuro a esta pregunta : ¿Existe algo más allá de nosotros mismos , algo con poder sobrenatural, que haya creado o dirija nuestras vidas y el cosmos completo?. Más bien la pregunta sería : ¿Qué funciones tendría algo de este estilo, de ser que exista, y cuál es su relación con nosotros? Más aún, la pregunta que no me gustaría que hiciéseis sería: ¿Para qué me va a servir saber que existe o incluso pensar en Dios?. Pero conmigo, por favor no piensen en “Para qué me sirve”.

Pero sobretodo la pregunta que relaciona mi profesión sería: ¿Nos puede ayudar la ciencia a saber si Dios existe o no?. Para ello haré una distinción clara entre filosofía y religión , al menos en hechos cronológicos desde lo que sucedió en la antiguedad. Los primeros filósofos griegos, como Tales de Mileto, ya echaban por tierra los fenómenos a los que la gente solía identificar con Dioses, no me pararé a explicar más ésto. Por ende, la filosofía desde sus orígenes ha estado enfrentada con la religión. En una época de control social como la de Tomás de Aquino, muchos clérigos intentaron someter la filosofía a la religión con ideas que a mi parecer introducen falacias o falsedades que son aceptables culturalmente, pero que dejan mucho que desear para un examen exhaustivo.

No daré inmediatamente el paso de filosofía a ciencia, porque principalmente, no lo tiene. Para mí son cosas distintas, aunque en sus inicios se complementaron muy bien. La filosofía aún sigue participando y aceptando ideas que son culturalmente aceptables, como la idea del bien o el mal universal, la verdad, y la subjetividad de cada uno de los invididuos, pero que como digo, un examen exhaustivo podría poner en duda muchos de estos conceptos. Parece que la filosofía es un terreno tremendamente subjetivo. Y es cierto que desde la subjetividad se pueden contemplar muchos puntos de vista e incluso apreciarlos, pero es un tipo de aprecio como el que un padre tiene a su hijo: soy el adulto y pienso mejor que tú, por tanto mi opinión será más válida. Aceptémoslo, la subjetividad siempre será así. Muchos científicos piensan que la filosofía es complementaria de la ciencia e incluso se necesitan mutuamente. Yo discrepo. Principalmente porque no piensan igual, las reglas del “juego” no son las mismas para ambas disciplinas. Las ideas de verdad y belleza no son necesarias para la ciencia, e incluso podrían llegar a contaminar la actividad científica. Alguien que haya leído biografías de científicos sabrán de lo que hablo. Pero no podemos despegarnos nunca de la subjetividad que nos hace humanos.

Y ahora me diréis que llegaré a la conclusión de que la ciencia es la verdad objetiva y absoluta, que ansío llegar con este razonamiento ahí. Pues no. La ciencia se pregunta sobre sí misma y debe ser crítica en todo momento. Las personas somos subjetivas, incluso los científicos. Dentro de nosotros, sabemos que queremos llegar a algo bonito, un bonito final. Incluso yo tengo la idea de que quiero trabajar para encontrar algo bello y ordenado, no un universo lleno de caos e impredecibilidad. Incluso dentro del caos debemos buscar orden y comprensión. Muchos grandes científicos también trabajaron con esta idea en la cabeza :vamos a crear lo más simple dentro de nuestras teorías que nos permita comprender todos los fenómenos del mundo natural. Otro día os hablaré de Einstein-Podolsky-Rosen, también os recomiendo veáis la película Matrix para empezar a darle vueltas al tema. La ciencia intenta ser la verdad, pero algo lo suficientemente simple como para entender la naturaleza sin recurrir a ese misticismo sin sentido del pasado. ¿ Qué hay de verdad en todo esto?

Estrictamente hablando , no existe conexión entre la idea de Dios y el mundo científico, al menos como lo pienso yo. ¿Porqué? Porque no sabemos qué es Dios. ¿Es el dios musulmán, el cristiano , o el de alguna tribu indígena? ¿Hay uno sólo? ¿Qué papel desempeña? ¿Fiarse de supuestos espíritus que nos hablan o de nuestra idea de belleza y simpleza es suficiente prueba para el método científico como para llegar a una conclusión? En mi opinión no, y nunca lo será. Porque tenemos que partir de algo que entendamos con nuestros sentidos y nuestra experiencia cotidiana, para indagar más sobre el asunto, incluso de forma matemática. Por ello creo que la única opinión coherente que puede tener la ciencia al respecto es el agnosticismo, tan válido como el que posee Stephen Hawking , entre otros.

Lo que sí es cierto es que podemos obtener cientos de hechos objetivos, o “pistas subjetivas” para afirmar o negar la existencia de Dios. El hecho de que haya unas leyes en el universo y no otras, por ejemplo, permite nuestra delicada existencia. El tamaño y la carga de un electrón, las partículas que lo componen, sus interacciones, sus ratios, sus spines… la “fuerza” de la gravedad junto con otras e incluso la relatividad especial y general, la historia aparentemente caótica que siguió nuestro universo y en el cual predominó la materia sobre la antimateria…y algunas otras historias de un joven científico. Todo ello conjuntamente permite nuestra delicada existencia. Pregunta: ¿somos el resultado aleatorio de todo este conjunto de cosas que permiten nuestra delicada existencia , o algo ha creado este universo para que se mantenga estable siguiendo un orden cósmico y nosotros somos, al igual que todas las cosas , parte de ese plan? Respuesta: ¿qué vino antes, el huevo o la gallina? Imposible saberlo. Creo que sí que podríamos encontrar alguna civilización extraterrestre o incluso algún mecanismo de otra dimensión que influya en nuestras vidas e incluso nos dirija. ¿Pero llamaremos “Dios” a eso? ¿O algo se esconderá incluso detrás de ellos? El tiempo dirá que nos depara ese saber. Una cosa es clara, las preguntas no hacen más que comenzar.

“Gente del mañana y del hoy, evolución del ayer hombre mono.Ahora tenemos otras necesidades.”

Un abrazo.